LA ENERGÍA GEOTÉRMICA ES UNA ENERGÍA RENOVABLE DE LAS MÁS ESTABLES Y EFICIENTES
La geotermia consiste en obtener energía de la Tierra a través de un circuito cerrado de agua que intercanvia la temperatura con el subsuelo con la finalidad de calentar o refrigerar un edificio. Los elementos que componen esta tecnología son las perforaciones verticales o una red de tubos horitzontales por donde circula agua y una máquina llamada bomba de calor geotérmica que transformará la temperatura captada en el suelo en calor o frío para aportar al sistema de calefacción y refrigeración. Esta energía es totalmente ecológica, renovable y inagotable, y no genera ningún impacto medioambiental ni estético.
Actualmente se está extendiendo en nuestro páis con gran rapidez gracias a la reducción de los costes de la perforación de los pozos, a la confianza por los buenos resultados obtenidos y al aval de los profesionales especializados. En cambio, en el resto de Europa es una tecnología ampliamente consolidada.
Pese a representar una inversión económica importante, su alta rentabilidad permite una amortización bastante rápida porque proporciona una eficiencia mínima del 400 % respecto a otras fuentes de energía.
A diferencia de otros tipos de energía, no está sujeta a condiciones ambientales como la energía solar o eólica, no requiere de ningún elemento externo (placas solares, chimeneas) ni depósito de combustible, y prácticamente no requiere mantenimento. Hay líneas de sebvenciones específicas para la ayuda a su implementación. Está especialmente indicada para zonas climáticas que soporten bajas temperaturas en invierno, donde las otras tecnologías no obtienen tan buenos resultados.
Algunas bombas de calor también disponen de un sistema que permite visualizar el ahorro energético que tenemos a cada minuto.
Es una tecnología aplicable a todo tipo de edificios públicos y privados, así como a viviendas. Puede aplicarse en todos los edificios de nueva construcción así como en los ya construidos, en estos últimos siempre que dispongan de un mínimo de espacio exterior para construir los pozos. La máxima eficiencia se conseguirá en instalaciones de calefacción y climatización con circuitos de agua a baja temperatura, especialmente suelos radiantes.